lunes, 22 de noviembre de 2010

Yo jugnado a la ensayista 2.0 xD

Profesores comprometidos con la Sociedad.


Carolina Cleveland Ortega



Por estos días, que coinciden con la asunción del poder de este nuevo gobierno, se ha establecido como contingencia diferentes temas relacionados con la Educación, en otras palabras todo lo anteriormente realizado por los gobiernos anteriores debe someterse a cuestionamiento y “mejoramiento” según sus palabras. Desde todas las aristas que pueden ser sujetas a objeción (dependiendo desde dónde el Sol irradie más calor).


Las medidas propuestas por el gobierno actual (becas para promover entrar a estudiar Educación, Programas como Enseña Chile, La medida “Semáforo” que destaca en tres colores, (al igual que el semáforo) aquellas escuelas con resultados excelentes = verde, regulares = amarillo y deficientes = rojo, creación de Liceos de Excelencia, por mencionar algunas) buscan mejorar la calidad en la Educación Chilena.

Para ello promueven y hacen uso de todas las herramientas, planes, armas, que tienen a disposición para, quizás en algún momento dar en el clavo y, luego decir: “ésa fue mi gestión”. Todos sabemos que el educar requiere de Vocación, con ésta el trabajo se hace fluido, agradable y puede generar incluso las ansias de luchar en contra de lo adverso y construir positivamente en nuestros estudiantes, objetivo comúnmente olvidado al momento de hablar de educación; (puesto que se confunde con que el REAL objetivo de la educación es obtener buenos resultados en las pruebas existentes e incluso en las que no existen todavía). Como menciona Freire en su texto “Pedagogía del Autónomo”, Ni la desvalorización, ni el relego que sufre la práctica pedagógica, en nuestra sociedad que también considero una falta de respeto hacia mi persona, no generan la necesidad de esforzarme menos en realizarla. Hacer oídos sordos a todo lo investigado en educación y renunciar a ver lo que muchos consideran evidente.


Como lo he escuchado muchas veces en mis tantas conversaciones para “arreglar el mundo” con mis pares, las pocas exigencias para ingresar a la Carrera de Educación Básica son la principal razón por la que los docentes no entregan los resultados esperados por todos (resultados que se limitan a números, notas, porcentajes de logro, entre otros). Con mucho argumento les puedo refutar esa idea explicando que dar más facilidades para estudiarla no cambiará la mentalidad plasmada en nuestra sociedad, aquella que busca por sobre todo TENER TODO LO QUE NECESITO PARA VIVIR (entiéndase: “Elementos de primera necesidad como los plasmas, computadores, autos últimos modelos, entre miles más; todos estos que se resumen en CONSUMISMO”). No es acaso más importante generar una formación de docentes que concuerde con los requerimientos de desarrollo de LAS PERSONAS, por sobre las necesidades impuestas por los medios de comunicación, o las necesidades tecnológicas del país, es decir un desarrollo integral, que incluya las competencias necesarias para sobrevivir en este mundo hostigado de tecnología; no me malinterpreten disfruto de ella, no me concibo viviendo en una época antes que esta sin los computadores, celulares, teléfonos, internet, entre otras. Pero, ¿de qué nos sirven tener todas estos avances si no tenemos la responsabilidad ni la consciencia de utilizarlos en beneficio nuestro y de nuestro planeta?


Formar docentes que posean esta mentalidad es la base de la Educación, lo expresan todas las propuestas psicológicas existentes, como bien lo plantea Erik Erikson en su teoría psicosocial, somos entes sociales que en base a nuestras experiencias con el entorno podemos desarrollarnos. Si no sabemos como actuar en sociedad, si no nos detenemos a pensar en las consecuencias de nuestros actos (tanto en relación al medio ambiente, como al perjuicio o beneficio de nuestros pares) no será posible entonces generar un cambio en esta sociedad.

Perfectamente pueden referirse a la necesidad que posee el país de entrar al grupo de los desarrollados, esa elite que tantos beneficios nos traerá, según dicen los entendidos, digo yo beneficios para los mismos de siempre, aquellos que dominan este país neoliberal. Bajo esta dinámica es que la gran mayoría de los jóvenes ni siquiera se detienen a pensar en su vocación, si no que privilegian aquellas carreras que son más rentables para sus metas en la vida, formar familia, comodidades, viajar por el mundo, en fin, aquellas carreras que aseguran una vida libre de preocupación en cuanto a lo económico.


Por otro lado para suplir este requerimiento imperioso de formar profesionales que satisfagan las necesidades del país perjudica incluso a las escuelas que no poseen buenos resultados, resultados que insisto, dada la gravedad del asunto, hacen referencia exclusivamente a cifras y, lamentablemente, en ningún caso al aprendizaje EFECTIVO de los alumnos. Todo esto en el marco de las “formidables” medidas adquiridas por el Ministerio de educación, que a fin de cuentas terminarán por clausurar todas aquellas escuelas municipales que no son rentables para el país. De a poco se ha ido incrustando en nuestros inconscientes que la única vía de recibir una educación de calidad es pagando más. Mas si analizáramos profundamente quiénes son los proveedores de esta mal llamada educación de calidad son los sostenedores que no garantizan bajo ningún punto de vista la elección de ideologías políticas y/o religiosas. Responsabilidad que recae en el gobierno, pero éste al desligarse de las escuelas municipales, por no ser rentables ya no debe ni preocuparse de esa elección para los más desposeídos, ni desperdiciar recursos.

Entonces desafío a cualquiera que me explique y garantice que las razones del cierre de numerosas escuelas en Santiago, por ejemplo, no son las que he mencionado en este ensayo. Pues bien de ser el caso en que me equivoco que alguien me explique en cuál de todos mis argumentos es el errado, pero que lo haga con fundamentos y con datos empíricos que desacrediten lo que planteo. Espero con esto haberme referido con claridad a los temas centrales de mi argumentación para plantear algunas interrogantes a modo de finalización de esta reflexión.


Considerando todo lo anteriormente expuesto ¿Creen, estimados lectores, que vale la pena formar personas que se encuentran condicionados para responder a los menesteres del país? ¿Sacrificar la educación libre, integradora y que merecemos todos y cada uno de nuestros niños y niñas del país empobrecer la riqueza de nuestra sociedad como entes pensantes y no actuantes?. Si seguimos en este statu quo de pasividad frente a la dirección que toma nuestras vidas sujetos a las políticas de gobierno que se están proponiendo no lograremos construir una sociedad de la cual estar orgullosos, seremos otra sociedad que responde a las vicisitudes de la vida, sin mayor reflexión o cavilación al respecto. En otras palabras seremos simple ganado.

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